Entre nuestros restaurantes preferidos se encuentra La Salamandra, en Madrid. En sus comienzos, estaba en la calle Alfonso VI, en un local pequeñito en el que podías tomar postre pero no café, por aquello de que eran pocas mesas y mucha demanda...
Tras declarar en ruinas el edificio en el que se encontraban, han cambiado de local, y aunque mantienen algunos de los platos de antaño, se han centrado mucho en platos hechos con Wok, dejando de lado algunas especialidades exquisitas, como la ensalada de setas, por ejemplo.
El caso es que estuvimos hace unas semanas por allí, y por fin probé los Pimientos del Piquillo rellenos de Bacalao, y estaban exquisitos.
Hoy he probado a hacerlos, y aunque no me han salido igual, la verdad es que estaban muy buenos... así que aquí tenéis la receta...
Ingredientes:
10-12 Pimientos del Piquillo para rellenar.
250 gr. de migas de bacalao desalado (lo he tenido 24 h. en agua, cambiando ésta 3 veces).
250 gr. de tomate casero. Si no tenéis tomate frito casero, existen en el mercado sofritos y tomates con cebolla y ajo.
1/4 litro de leche.
1/2 cebolla.
1 diente de ajo.
1 huevo.
Harina para rebozar.
100 ml. de nata líquida.
2 cucharadas de mostaza.
Elaboración:
Preparamos el relleno, haciendo un sofrito con la media cebolla y el ajo bien picaditos, con 2 cucharadas de aceite de oliva. Cuando la cebolla esté hecha (se haya quedado transparente), añadimos las migas de bacalao bien picaditas.
Cocinamos durante 10 min. a fuego lento, y añadimos dos cucharadas de harina. Mezclamos bien. Por otro lado, calentamos la leche, a la que añadiremos una pizca de pimienta y una pizca de sal. Cuando esté caliente, la vamos a ir añadiendo poco a poco sobre el bacalao, mezclando bien, como si hiciéramos una bechamel. Retiramos y dejamos enfriar, para poder rellenar los pimientos.
Ponemos en un cazo la nata, para cocerla poco a poco, hasta conseguir que reduzca a la mitad, añadiendo la mostaza y diluyendo poco a poco.
Batimos un huevo, ponemos harina en un plato, rellenamos los pimientos y los pasamos por harina y luego el huevo, y freímos en abundante aceite caliente.
Tras freírlos, los ponemos sobre papel absorbente, y luego los pasamos por el tomate frito.
En una fuente, ponemos una base de la salsa de mostaza, y colocamos sobre ella los pimientos, una vez pasados por el tomate.
Una vez acabados todos los pimientos, colocamos la fuente en el micro, los calentamos un par de minutos y a comer.
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